jueves, 27 de octubre de 2011

¡¡Gracias por todo Chente!!

¡¡Hola de nuevo!!
Parece que este año está siendo el de las despedidas ilustres dentro del pelotón español, a las ya conocidas de Iñigo Cuesta y Carlos Sastre hay que sumar ahora la de Chente García, todo un personaje muy querido por sus compañeros de profesión.
Todos pensábamos que su decisión venía motivada, sobretodo, por su caida en la Vuelta a España, pero como cuenta Lastras no fue así, lo tenía decidido hace tiempo.
Por eso hoy no voy a decir nada, simplemente transcribir las palabras de Chente el día de su despedida y las de agradecimiento de Pablo Lastras, otro grande, y de Imanol Erviti.

Txente, la gorra siempre para atrás, por Pablo Lastras

El pasado 25 de julio corríamos bajo una tempestad en Ordizia. Quedaban unos 35 kilómetros a meta cuando Txente me iba quitando el viento, llevándome en volandas, protegido. Yo iba en ‘bussiness class’ y él comiendo menú del día (viento, codos, nada de gloria) para que yo luchase por la victoria de la carrera (sólo pude hacer tercero). Me hizo un gesto y me puse en paralelo.

Tenemos tanta complicidad y batallas que sólo con gestos o miradas sabemos cuándo y cómo hay que hacer las cosas. Me cogió del hombro, como abrazándome, y me soltó que lo dejaba. Yo le dije que no podía ser, que el barco sin él no sería lo mismo y que hacía falta; que esto sin él se hundía… Seguimos de charleta mientras se iba a mil. Intenté convencerle, pero el tiempo se acababa porque llegábamos al plato fuerte del día. Creo que me lo dijo en el momento justo, para que no le machacase más diciéndole de todo.

Así es Txente, directo, transparente, humano, solidario y con un temple y saber estar que ningún ciclista ha tenido.

Pero es que el 25 de julio del 2003 gané la etapa del Tour y justo en el momento de hacerse la fuga, después de habernos comido una buena ‘ensalada de hostias’, entré por un impulso que me dio él por el pinganillo y que no fue otro que "agárrate con las uñas Penkas". No sabía si pararme a reír y perder la fuga o apretar a tope. Al final ya visteis el resultado, y eso de agárrate con las uñas no es otra cosa que me faltaban dos uñas de los dedos de un pie. Y es que Txente, hasta para los momentos duros, siempre sabía sacarte una sonrisa y darle sentido a tu oficio.

Otra batalla más: París-Tours del 2009. Txente venía de casa para correr la última carrera, totalmente fundido por el trabajo hecho para que Valverde ganase la Vuelta España, desganado y agotado. En la cena discutimos porque yo entendía que yo llevaba un mes sin competir, entrenando en solitario para correr esas carreras de fin de año y estaba con toda la ilusión del mundo. Él me dijo que le estaba calentando y que me iba a dar una buena hostia. Me decía: tienes dos opciones, con la mano abierta o con la mano cerrada, tú eliges. Al final, risas. Ya veis cómo acabamos que al final intentaba tener ambiente, sacar risas y realmente preocuparse por las cosas importantes.

¿Sabéis qué? Él me quitó durante 150 kilómetros todo el trabajo, viento e ir echando babas… Al final hice octavo y me dijo que yo era su ídolo. Yo le dije que para mí él era el ídolo. Siguió dando sentido a todo: al trabajo, al ambiente, a la profesionalidad, a la dignidad...

¿Sigo? Así es Txente. Desde aquí te llevaré guardado y protegido cerca de mi corazón. Gracias por ser así. Es un placer, un honor y un orgullo ser compañero y amigo de José Vicente García Acosta.

Y siempre la gorra para atrás, acuérdate
¡Gracias, maestro!, el homenaje de los compañeros de Chente García

Hay mil maneras de describir la trayectoria ciclista de José Vicente García Acosta, pero lo que esta claro que se merece una despedida con honores. En este artículo quisiera reflejar un poco lo que sentimos los que hemos estado cercanos en esta época. Admiración y agradecimiento a un amigo, un ejemplo para todos.

Para definir a Txente lo primero que hay que resaltar es que siempre ha sido un gran PROFESIONAL, esa creo que es la palabra que mejor le define. Serio en el trabajo, su tesón en el entrenamiento ha sido una constante durante estos años. Sólo él sabe las palizas que se ha dado para estar siempre a punto. Compitiendo, siempre ha sido un gregario fiel y por eso ha sido tan apreciado por sus lideres, compañeros y rivales.

Organizador e inteligente en carrera, su generosidad y entrega han sido un valor que todos hemos podido disfrutar y que le hacen un corredor tan particular en estos tiempos en los que parece que el ciclismo se reduce a puntos y clasificaciones. Además, es de los deportistas capaces de pensar a 180 pulsaciones por minuto, algo verdaderamente muy complicado.

Txente es la experiencia en persona. Debutando en 1995 y con 17 años de profesional, pero con el espíritu joven como el de un niño. Conoce todas las carreras, los recorridos, los rivales, las tácticas…y lo pone a disposición de todos. Y mientras, la ilusión sigue brotando cada vez que hay algún cambio de material o cualquier otra novedad como lo haría un juvenil.

Bromista y creador de un gran ambiente en el grupo. Es curioso como es capaz de desconectar, mantenerse contento y transmitir alegría, después de que las cosas no hayan salido en alguna carrera. Siempre le ha gustado tener buen ambiente, en la habitación, en la carretera, en el grupo, apoyando a los jóvenes… Que no decaigan los ánimos y mantener la moral, para él es algo primordial. Eso si, guardando siempre un momento para reflexionar sobre lo sucedido.

Sinceramente, Txente es un símbolo no solo del ciclismo, sino del deporte en general, el del gregario sacrificado por su líder. Ha llegado a ser un símbolo por todos esos valores que hemos descrito pero también porque posee dos cosas difíciles de encontrar: personalidad y carisma. Un símbolo de uno de esos de los que escasean en la sociedad de hoy en día, una persona que es capaz de sacrificarse totalmente por conseguir que brillen otros o el equipo. Y a pesar de eso, su calidad le ha dado algunas buenas victorias.

Se marcha un corredor que va a dejar una huella irremplazable tanto a sus compañeros de equipo y a los que han competido contra él como a los aficionados. Alguien que con su mera presencia ya imprimía carácter al equipo y que ha sido un gran maestro de esta profesión.

Por eso le deseamos toda la suerte del mundo para esta nueva etapa en la que seguro que sigue ligado a su deporte, el ciclismo, ese que le ha hecho despedirse de una manera tan dura. Sus compañeros y amigos le agradecemos todo este tiempo que hemos compartido sobre la bici. ¡Gracias MAESTRO!

Por Imanol Erviti, en nombre de toda la estructura del Movistar Team y sus compañeros de la grupeta de Pamplona
  


Pienso que cuando de sus compañeros, no sólo de equipo, salen tantas palabras de agradecimiento quiere decir mucho de Chente ya no como corredor, sino como persona. Por eso poca queda por añadir y simplemente como aficionado añadir:

¡¡GRACIAS POR TODO CHENTE!!

martes, 18 de octubre de 2011

Dando guerra con la BTT

¡¡Hola de nuevo chic@s!! Por aquí andamos de nuevo. Hoy toca contaros un poquito de lo que hemos hecho este fin de semana.
Como os contaba el otro día con la flaca vamos a descansar un poquito y ahora toca echarse a los montes con la de Btt, aunque lo de los montes es un decir, ya que por aquí no es que haya mucho, y el que hay pilla lejos.
                                                                                                  Mi hermano
El sábado se presentaba una mañana agradable y soleada, por lo que había que aprovecharla en la bici, el recorrido que elegimos no era muy duro, puesto que ya hacía tiempo que no salía con la de montaña. Nuestra ruta se iniciaba desde la ronda exterior a través de la cual llegaríamos al Pinar, pero antes de eso había que recorrer un camino que tiene unos pequeños monumentos conocidos como Las Arcas Reales, que son captaciones y conducciones de agua del siglo XVI, su objeto eran el abastecimiento de la ciudad. Su historia se remonta a 1440, época de Juán II siendo concluida por Felipe II en 1589. Está declarado Monumento Histórico-Artístico nacional desde 1982. Aunque desgraciadamente su estado de conservación en algunos puntos es un poco lamentable.
                                                                                                  Arca Real
A través de este camino y carretera llegamos al Pinar de Antequera, auténtico pulmón de Valladolid, un pinar de una extensión enorme en el que abunda el pino piñonero, pino resinero, monte bajo con encinas y en cuanto a la fauna abundan conejos, liebres, zorros, aves rapaces y algún que otro corzo. Este pinar es un auténtico hervidero de gente durante todo el año, ya que es el lugar elegido por muchos vallisoletanos bien para pasar la tarde, bien para hacer deporte. 
Los amantes de la bici disfrutamos bastante por este sitio ya que está lleno de caminitos que te van dando multitud de posibilidades, y la única dificultad que nos podemos encontrar son los típicos cortafuegos y los caminos arenosos, aunque recientemente han realizado una poda y muchos caminos han terminado trillados por las máquinas, esperemos que cuando llueva se asienten un poco...

La extesión del pinar le hace llegar hasta Simancas, una vez allí, y al lado justito de su puente romano sale un camino que recientemente se acondicionó como parte del recorrido del curso del Duero. Este tramo tampoco tiene ninguna complicación y se puede rodar perfectamente por él, si que hay que tener la precaución, como nos pasó a nosotros, de que te puedas cruzar con algún vehículo o tractor que venga o vaya a las fincas colindantes. Este camino es bonito porque se va viendo el río a la derecha.
A mitad de ruta llegamos a PuenteDuero, como recordareis nuestro lugar de avituallamiento, así que ¡¡era lo que tocaba hacer!! Y nos tomamos una coca cola bien fresquita, acompañada de unas cañitas de chocolate, y es que había que reponer fuerzas, je,je,je...
Una vez terminado nuestro avituallamiento continuamos marcha ya para casita, para ello nos volvimos a meter en el Pinar hasta encontrarnos con la vía del AVE, desde la cual y en un camino paralelo a ella llegaríamos de nuevo a Valladolid. En total no había salido casi 45 kms que no estuvieron mal.

Para el domingo la ruta cambiaba un poquillo, aunque salimos de nuevo por el pinar, esta vez en Simancas nos ibamos a desviar hacia los llamados Montes Torozos, una de las pocas elevaciones que presenta nuestra provincia.
                                                                                           Montes Torozos
Por esta zona discurre uno de los tramos que forman parte del Camino de Santiago madrileño, el que va de Simancas hasta Cigüñuela, por aquí el terreno deja de ser planito para formar un contínuo sube y baja, con repechos no muy duros, pero que te van castigando poco a poco, aunque para llegar a Cigüñuela hay un tramo que la pendiente alcanza el 19%...
 ¡¡Bueno!! después de sufrir un poquito ya nos encontramos en Cigüñuela, a buen seguro que no será el pueblo más bonito de Valladolid, pero para nosotros es el mejor, ya que es el pueblo donde nació nuestra madre y allí tenemos bastante familia, además que en nuestra infancia hemos pasado momentos muy muy buenos. Lo más destacable del pueblo es la iglesia de San Ginés, construida en el siglo XVI, cuya torre es conocida como la Giralda de los Torozos, en el interior de la iglesia se guarda la talla de un Cristo crucificado que participó en la primera edición de las Edades del Hombre. 
                                                                Cigüñuela y su torre
Una vez realizada la parada de rigor para abastecernos de agua y saludar a algún familiar reanudamos la marcha por un tramo de carretera, nada más salir del pueblo hay que coger la carretera que lleva a Arroyo, donde al coronar sale un camino que nos llevará cerca de Villanubla, ahora estamos arriba del páramo y el aire se deja sentir en todo su esplendor, aunque afortunadamente hoy no pega fuerte. Por una serie de caminos, en bajada, donde tuve que tener precaución porque mi freno trasero no estaba muy boyante, llegamos hasta Zaratán, pueblo conocido por sus salchichas, aquí tocó hacer una pequeña parada para solucionar un problema mecánico, una vez solucionado continuamos nuestra marcha por caminos rompepiernas hasta Arroyo donde nos encotramos con las obras de Ikea, y de ahí a casita por carretera sin mucha más historia.
Al final nos salieron 53 kms que en algún momento se me hicieron durillos, pero que estuvieron muy bien. 
                                         Aquí estamos, camino de Ciüñuela, por el Camino de Santiago.

¡¡Hasta la próxima!! 

miércoles, 12 de octubre de 2011

Un paseo por las nubes

El título de hoy la verdad es que suena un poco "grandilocuente" pero, aunque yo no soy Keanu Reeves, ni mi hermano Aitana Sánchez Gijón, ni por donde hemos estado es la Toscana italiana, me parecía un buen título para el blog de hoy, simplemente porque hoy era nuestra última salida de la temporada con la flaca y el recorrido elegido hoy se desarrollaba por una zona vinícola muy buena y conocida, la de Rueda.
                                                 Mi hermano y yo, que como veis no nos parecemos
                                                                               en nada a los de la peli, je,je,je...
Salimos de Valladolid, no demasiado pronto, y nuestra primera localidad de paso fue Simáncas, la antigua ciudad romana de Septimanca  bonito pueblo cercano a Valladolid y a orillas del Pisuerga, donde destaca el castillo del siglo XV y XVI, y pueblo famoso por la batalla de Simáncas, donde las tropas árabes de Abderramán III se enfrentaron a las cristianas de Ramiro III.
                                                                   Castillo de Simáncas
 Nuestras siguientes localidades de paso serían PuenteDuero, barrío-pedanía de Valladolid y, después de una serie de repechitos no muy duros, Valdestillas, localidad situada a orillas del Adaja y rodeada de pinares y encinas de monte bajo, y que forma parte del Camino de Santiago de Madrid y de la D.O. de orígen Rueda.
Una vez pasada Valdestillas tomamos una desviación a la derecha cogemos la carretera que nos llevará a Serrada, la carretera está en buén estado y no suele tener mucho tráfico, además casi hasta que llegas a Serrada va picando para arriba, con porcentajes suaves al principio y que al final se incrementan hasta llegar al 7%, no es una subida ni mucho menos dura, excepto cuando da el aire de cara que entonces se agarra de narices. La marcha por esta carretera ya nos introduce de lleno en zona de viñedos, que ya han sido vendimiados y van cogiendo el color del otoño, de estos viñedos sale parte del vino de Rueda, un vino blanco muy bueno y con buena fama en España y el extranjero.

Una vez coronada la subidita y tras una pequeña bajadita nos encontramos en la localidad de Serrada, de origen visigótico y enclavada en el corazón de las tierras del vino blanco y conocida por la excelencia de sus caldos
                                                   Serrada con la iglesia de San Miguel al fondo
Serrada está enclavada en un hoyo, por lo que para salir hacía Valladolid no nos queda más remedio que subir un pequeño repecho que se hace durillo porque aquí si que nos da el aire de cara, la carretera por la que ahora transitamos tiene bastánte tráfico puesto que une Valladolid con la populosa, y primer pueblo en importancia, Medina del Campo. Por suerte esta carretera tiene un arcén bastante curiosillo y nos permite ir un poco más tranquilos. Después de una bajada llegamos a Villanueva de Duero, pueblo pinariego y donde el Adaja rinde sus aguas al Duero.
La zona por la que discurrimos ahora es bastante bonita, por lo menos para mi, puesto que estamos rodeados de pinares por todos los lados y hace más amena la ruta. Enseguida, y después de pelear con el aire nos encontramos de nuevo en PuenteDuero, muy cerquita de casa, donde se encuentra el "templo" de los ciclistas de Valladolid, es constumbre hacerse una paradita donde "la Adelita" para reposar un poquito y aprovechar para tomarse una coca cola y algunos de los pastelitos artesanos que fabrican, y que, todo hay que decirlo, están cojonudos...
Una vez acabado el avituallamiento, y habiendo disfrutado del mismo y del excelente día que hacía, iniciamos el regreso hacia Valladolid, para ello existen dos opciones, bien por la "pista verde" directos a casita, o bien por la "pista verde" hasta Simáncas y después por el camino viejo de Simáncas, nosotros optamos por esta segunda opción, normalmente lo hacemos así, por dos razones, por sacar unos pocos kilómetros más y porque la pista verde por el otro lado está en bastánte mal estado para las bicis de carretera.
La "pista verde" es un pequeño cinturón asfaltado que arranca desde Valladolid y acaba en Simáncas, rodeando el pulmón de Valladolid, el Pinar de Antequera, una zona muy bonita y muy buena para correr, pasear, andar con las de montaña y también para merendar, el único pero es el mal estado en el que se encuentra en algunas zonas y que nuestro querido ayuntamiento no se digna en arreglar...
                                                                          Mi hermano
                                                               El Pinar de Antequera, pulmón de Valladolid
                                                                     La pista verde en dirección a Simáncas

Una vez que se salimos de la pista verde llegamos de nuevo a Simáncas, desde y a través del camino viejo llegamos a casita, en este último tramo el aire daba de cara, pero no tenía mucha intensidad y conseguimos sacar una media curiosita después de haber rodado 73kms. La verdad es que para estar a las fechas que estamos pudimos disfrutar de un espléndido día de sol y con una temperatura muy agradable.

lunes, 10 de octubre de 2011

Ciclocross en Valladolid

Ayer domingo, cumpleaños de mi hermano, se celebraba en Valladolid la IX edición del Trofeo de Ciclocross Ciudad de Valladolid, por lo que los planes para antes de la comida familiar estaban claritos, pasaríamos la mañana disfrutando del ciclocross, una disciplina que a mi me encanta ver ya que me parece muy bonita y espectacular.
La lástima fue que esta prueba está dentro del calendario de la Copa de España de ciclocross lo cual siempre permite una participación más elitista, pero por problemas económicos, para variar, hicieron que a última hora no pudiese mantener ese estatus y simplemente fuese de categoría autonómica. Esto provocó la ausencia de gente ilustre como Larrinaga, Suárez, Ania, Lozano... En la prueba si que estuvieron presentes Murgoitio y la asturiana Rocío Gamonal, dos grandes referentes de nuestro ciclocross.
                                                            Bonito duelo entre Rocío y Rosa
La mañana empezó con un pequeño cambio de planes, puesto que nuestra intención era acercanos hasta el circuito de Parquesol con las bicis de montaña, pero las sábanas se nos pegaron un poquito... y al final nos acercamos con el coche, je,je,je...
Una vez allí pues ya sólo nos quedaba disfrutar de una mañana soleadita, como podeis ver en las fotos, y de una muy bonita carrera de las chicas, ya desde el inicio se planteo un duro mano a mano entre Rosa Bravo(Tinlohi), corredora local y Rocío Gamonal (Orbea-Centeno), en las primeras vueltas impusieron un ritmo muy fuerte que hizo que enseguida se quedaran ellas dos solas en cabeza de carrera. La vallisoletana aprovechando su buen estado de forma pegó un arreón que la hizo quedarse sola ante los esfuerzos de Rocío por seguir su rueda. De ahí hasta el final la corredora del Tinlohi consiguió mantener, e incluso la aumentó, su ventaja para entrar destacada en meta.
                                                                      Rocío Gamonal

En los chicos no hubo practicamente historia, de hecho los participantes eran conscientes de su "papel" puesto que en la línea de salida y ante el aviso del juéz de que se aplicaría la norma del corredor doblado, (aquel que se doblado en su paso por línea de meta deberá retirarse), se quejaron de que eso ocurriría con la mayoría ante la aplastante superioridad de Murgoitio, cosa que se puso de manifiesto desde el pistoletazo de salida, Murgoitio tomó pronto ventaja y vuelta a vuelta realizó una auténtica exhibición y atrapando corredores uno tras otro para conseguir una victoria muy fácil, aunque no por ello desmerecida. Murgoitio se presentó en un buén estado de forma y lo aprovechó.
                                                                           Murgoitio

En definitiva buena mañana de ciclocross, con un buen espectáculo y corredores dando lo mejor de si mismo, lástima de las ausencias, pero también "chapeau" por todos los que se desplazaron hasta Valladolid para participar en la carrera. Esperemos que para la próxima edición vuelva a ser puntuable para la Copa de España, que una ciudad como Valladolid bien se lo merece.
 El único pero que se puede poner a la mañana, y de hecho lo comentamos mi hermano y yo, es la falta de público, y eso que no hacía malo, eventos de este tipo tendría que tener más afluencia de público y, sobre todo, tendrían que ser más y mejor pubilicitados para favorecer la asistencia de público...

¡¡Ah, se me olvidaba!! Lo mejor de la mañana, la amabilidad y simpatía que derrochó Rocío cuando nos fuímos a hacer una foto con ella, estuvimos charlando un ratito con ella sobre las Olimpiadas, lo difícil que está para que España esté representada en el MTB femenino, sus aspiraciones para este año... ¡¡De verdad que es una chica muy maja!!
Bueno, ahora a esperar donde va a ser el Campeonato de España y si nos pilla cerquita allá que nos acercaremos para volver a disfrutar con esta especialidad.