jueves, 30 de mayo de 2013

La Pipe Gómez

Hola chic@s!!

El pasado domingo dirigimos, mi hermano y yo, nuestros pasos hacia la bonita localidad segoviana de Cuellar para participar en la XIII Marcha Cicloturista Pipe Gómez, marcha que llevaba tiempo con ganas de hacer.
El día empezó un pelín cruzado, ya que por un mal cálculo mio llegamos con el tiempo justo al lugar de las inscripciones, tocó cambiarse deprisa y corriendo, por suerte la cosa no empezó puntual, y eso nos dió un poquito más de margen, jejeje... A las 9,15h de la mañana partimos un pelotón de aproximadamente 200 ciclistas en dirección Peñafiel, esta primera parte transcurría por carreteras sin ningún tipo de dificultd, salvo el aire que hacía, y por Fuentes de Cuellar, Olombrada y Rábano nos vamos metiendo por el valle del Duratón, con bonitas vistas a la Sierra segoviana por un lado y la ribera del río por otro. De esta manera llegamos a Peñafiel, donde se encuentra el primer tramo libre y primera dificultad "seria" del día, la subida al Castillo, subida corta pero intensa, que arranca con una rampa del 10% y acaba con unos 150 mts al 13%, ideal para hacer hueco para el avituallamiento que nos tenían preparado en la explanada del Castillo.

                                    
Avituallamiento muy bien preparado, por cierto, con fruta, bocatas de jamón, refrescos, agua, rosquillas, todo ello en abundancia, también con bonitas vistas a los valles del Duratón, Botijas y Duero, lástima que no tuviesemos mucho más de quince minutos para disfrutarlo, puesto que había que dejar la explanada libre.
Una vez repuestas las fuerzas comenzamos las segunda parte de la marcha, y la más durilla. Nada más pasar Mélida se iniciaba el segundo tramo libre que enseguida nos plantaba ante la segunda tachuela del día, a la salida de Cuevas de Provanco el asfalto cambiaba radicalmente y la carretera empieza a "pinarse" y a agarrarte la rueda, la subida no es muy larga, pero si con un porcentaje mantenido entre el 5 y el 8% que va haciendo pupita en las piernas, además la bajada tampoco estaba en muy buenas condiciones y no dejaba recuperar, lo que sumado al aire y a los repechillos estos que si subes en plato vas atrancado, y si le quitas vas revolucionado, hace que te vayas curtiendo poco a poco... Tras una pequeña bajada engachamos un grupito que iba por delante y en su compañía empezamos la subida a Fuentidueña, de unos dos kilómetros, con un par de curvas al 13/14% y una pendiente mantenida del 7%, así que ahí, y como diría mi amigo Lolo, "al pali pali" llegamos arriba, mejor de lo esperado, y después de sortear un tramo pestoso de toboganes llegamos a Fuentesauco de Fuentidueña donde se hacía el reagrupamiento y segundo avituallamiento, que nos vimos de perlas.

Desde aquí y hasta Cuellar la marcha ya sería neutralizada, aunque al principio al del coche que abría carrera se le calentó el pie y nos llevaba a más de 40 kms/h... logicamente hubo que levantar el pie porque se fraccionó el pelotón en dos grupos, y había que llegar a Cuellar todos juntitos, y de esa manera llegamos al polideportivo de Cuellar donde se daba por finalizada la marcha. Al final salieron 110 kms a buen ritmillo, y donde no me encontré muy mal, excepto el handicap de las subidas, donde pago mi exceso de peso, aunque a mi ritmo las subí bastante bien, o eso creo, jejeje...
Buena marcha, a un precio decente, con regalo de una camiseta curios, avituallamiento de sobra en todos los puntos y con buen ambiente. Lástima que coincidiera con la de Contador, que seguramente le restó afluencia, pero mejor pocos y bien avenidos, que muchos y a lo loco. En definitiva, una marcha que aconsejo hacer y que repetiremos el año que viene...

Un saludito chic@s y hasta la próxima!!


lunes, 6 de mayo de 2013

Fin de semana asturiano

Hola chic@s!!

Este fin de semana tocaba visita por tierras asturianas, el motivo no era otro que participar en la XXII Marcha Cicloturista Villa de Gijón, que este año homenajeaba a Marino Lejarreta. Bueno, eso y pedalear de nuevo junto a mi buen amigo Lolo...
Partí prontito de Valladolid, acompañado de mi chica y con la baja de última hora de mi hermano, debido a que mi sobrinilla se puso malucha... El sábado fue un día en el que tuve la fortuna de conocer a Raúl, hermano de Lolo, y a Josefa, su madre, un día en que nos trataron exquisitamente y a cuerpo de rey, donde no nos faltó para comer un buen plato, bueno, yo dos, jejejeje... de fabes que estaban buenísimas, con todo su compango y como postre un plato de arroz con leche que me supo a gloria, y es que como no soy goloso ni nada... y eso sin olvidarse de los famosos quesos asturianos que teníamos como entrantes. ¡Todo delicioso!
La tarde fue más o menos tranquila, paseito, recogida de dorsales, visita al mirador de La Providencia, un sitio chulísimo y con unas vistas preciosas de Gijón, regreso al hotel, paseito con mi chica, cenita y a dormir que tocaba madrugar un poco.
El domingo nos amaneció un día soleadísimo y con buena temperatura, y eso que daban nublado, así que una vez vestido de romano paso Raúl a recogerme y caminito de la salida, en el polideportivo de Las Mestas.
Allí nos esperaban Lolo y Jorge, y donde eramos algo más de 300 cicloturistas esperando que comenzase la prueba, que se inició pasadas un poquito las 9,30 h.
Salimos en dirección Tabaza, Candás, Luanco.. por unas carreteras bien asfaltadas, con contínuos sube-baja, por unos valles muy bonitos y con unas vistas muy chulas, bien de la costa, bien de la Cordillera Cantábrica o de la Sierra del Aramo con sus cumbres nevadas. El ritmo que se llevaba era bastante asequible, ya que un coche de la organización iba controlando la velocidad y de vez en cuando se aflojaba más o se hacía una pequeña parada para reagruparse, me hubiese gustado un pelín más de velocidad, pero sinceramente, no se iba mal, se disfrutaba del día, de la compañía, sin nervios de caidas y todo eso, hubo gente que se quejó y dijo que para el año que viene no volvía, allá ellos, para eso están las categorías master...
Después de una buena subidita por la zona de Verdicio, en la que adelantamos a Marino, jejeje... llegamos a San Martín de Podes, donde estaba el avituallamiento, todo muy bien organizado, con fruta, bollitos y bebida de sobra y un sitio ampliopara que no estuviésemos apretados.

Desde aquí el recorrido era más suavecito con algún repechillo que otro, pero en el que la gente iba más tranquila, más conservadora que en la primera parte, lo que antes se subía en plato ahora en el pequeño y piñones altitos, y es que se ve que la gente se estaba preparando para la guinda final de esta marcha, la subida a Huerces, era opcional, una subida de 3 kms duros, muy duros, con porcentajes muy altos, que oscilan entre el 12% y el 18% de algún tramo, donde "los descansillos" como decía un paisanín son tramos al 8%... A puntito estuve de darme la vuelta, subía dando chepazos, casi a tope de pulsaciones, 186 ppm llegué a alcanzar, y preguntándome que ganas tenía de sufrir... pero si algo tengo es que soy bastante durillo de cabeza y suelo ser muy sufridor, así que nada, dando chepazos para arriba que tiramos, arriba me esperaban Raúl, que sube muy bien el jodío de el, y Lolo que me había sacado unos metrillos de ventaja, después de echar un traguillo de agua y disfrutar de las vistas sólo quedaba subir un pequeño repecho y ya todo cuesta abajo hasta Gijón, vamos, que coser y cantar, una bajadita tendida y tranquila, amenizada con una buena charla con mi compi Lolo hasta Las Mestas nuevamente.

Aquí venía lo mejor del día, el que quisiera tenía la opción de ducharse, la entrega de trofeos y la espicha, con su sidra, su chorizo, costillas, queso, jamón... Vamos, un buen refrigerio para recobrar las fuerzas gastadas a lo largo del día.
También aquí nos hicieron entrega del recuerdo de la marcha, un trofeillo muy majete, y donde también aprovechamos para hacernos la foto con el gran Marino, ¡¡no veais la planta que conserva el tío encima de la bici!!
Despúes de todo esto, lo peor, despedirse de la gente, pero con ganas de volver a vernos prontito, bien en tierras asturianas, bien en tierras vallisoletanas, y con algún proyecto de otra marcha en mente, y es que cuando pedaleas en buena compañía cualquier momento te sabe a poco... Así, después de las despedidas y del paseito por el Paseo Marítimo no quedaba otra que volver a casa, no si antes parar arriba del Pajares y hacer una foto de una de mis vistas preferidas, Asturias desde el Pajares.
Hasta pronto chic@s!!