viernes, 16 de noviembre de 2012

Fin de temporada

¡¡Hola chic@s!!

Ha llegado el "final de la temporada" para un simple aficionado a la bici como yo, y como va siendo una pequeña costumbre, para cerrar el año ciclístico siempre elegimos hacer una rutilla por la vecina provincia de Segovia.
En esta ocasión la zona elegida era por los alrededores de Pedraza, bonita villa medieval amurallada, cuya cuidada rehabilitación motivó su declaración como Conjunto Histórico en 1951.Una villa pequeñita, muy cuidada, con calles encantadoras y un castillo que se empezó a construir en el siglo XIII, y por supuesto con un entorno natural muy bonito, con la sierra a un lado y los pinares al otro. Allí nos presentamos mi hermano y yo, acompañados por mi chica y nuestra mami.
                                                             Castillo de Pedraza, punto de partida de nuestra ruta
El día parecía que no se presentaba muy frío, pero si nublado y sobre todo con bastante aire que no nos dejaría de acompañar en todo el camino. Iniciamos nuestro camino en dirección a Arconcillos y nada más salir de Pedraza ya nos encontramos un repechillo que en frío como estábamos ya nos hizo sudar un poco más de la cuenta. El recorrido transcurría por carreteras relativamente tranquilas, sin mucho tráfico y rodeados de choperas y encinares, lo que acompañado de los colores del otoño era un espectáculo para nuestra vista.
De esta manera, sin demasiada prisa y disfrutando del paisaje, nos íbamos acercando a la localidad de Puebla de Pedraza, tras haber pasado por localidades como Sanchopedro, Valleruela de Sepúlveda, La Matilla, Rebollo... hay que decir que el recorrido no es excesivamente duro, si que tiene bastantes sube-baja que unido al fuerte aire, hacía que el esfuerzo nos fuese curando poco a poco. Sobre todo el tramo de la CL-603 y que desde el cruce de Puebla de Pedraza no llevaría hastaVeganzones y Turégano, aquí daba el aire de cara y la carretera que picaba para arriba nos castigó bastante, y fue todo un alivio llegar a Turégano, donde hicimos una paradita para coger agua y contemplar las vistas de su castillo-iglesia, el pueblo fue declarado Conjunto Historico Artistico en 1931.
                                                                                      Castillo de Turégano
Una vez terminada la paradita, a continuar camino dirección a El Quijar, donde nada más dejar de lado el pueblo, y continuando por la carretera que pasa por fuera, iniciamos una larga bajada, sin mucha pendiente, pero que nos dió un respiro y nos permitió disfrutar de uno de los tramos más bonitos de la ruta, con una chopera a la izquierda, el río Cega corriendo por abajo, rodeado de verde, y a nuestra derecha monte de encina que hacia que pedalear por ahí fuese una delicia. Esta carretera nos llevó hasta Arevalillo de Cega y luego a Pajares de Pedraza, donde vendría una de las dificultades del día, una cuesta no muy larga, pero con alguna que otra rampa bastante pronunciada, creo que el Garmin de mi hermano llegó a marcar desniveles del 12%... aquí sufrí un poquillo ya que al ponerme de pie tenía amagos de calambres en la pierna derecha, por lo que tocaba sentarse y con piñones ligeritos subir al tran-tran... Por suerte luego viene otra bajadita para recuperarse y que nos llevaba hasta La Velilla y, por otro tramo de carretera bastante bonito, a Pedraza, donde "sólo" quedaba afrontar la última subida seria del día, también con rampillas pronunciadas, pero que subimos bastante mejor que la anterior cuesta, y que tras pasar la puerta de entrada a Pedraza daba por finalizada nuestra ruta, después de algo más de 70 kms.
                                                                                        Castillo de Pedraza
Después de acabar la ruta, de cambiarnos, acicalarnos, recuperar pérdidas con un poquito de chorizo, jamón, queso, tortilla... ya sabeis, llenando el depósito de hidratos, je,je,je... nos tocaba la visita cultural a Pedraza, y a otro pueblo muy bonito, Sepúlveda, también declarado Conjunto Historico-Artístico desde 1951, y pueblo que para mi tiene un encanto especial, porque en su término se encuentra el Parque Nacional de las Hoces del Duratón, uno de los sitios que más que gusta visitar, y que merece otra entrada aparte, pero eso será en otro momento.

                                                                                  Hoces del río Duraton
Y hasta aquí nuestro día de fin de temporada, un día que disfrutamos de la bici, de los paisajes y pueblos segovianos, de la compañía y que a buen seguro que repetiremos ruta por los alrededores.

¡¡Hasta otra chic@s!!



2 comentarios:

  1. La verdad es que fue una ruta muy chula, con tramos preciosos en cuánto a paisajes. El aire fue lo único malo del día, a ratos fue agónico, pero bueno, qué se le va a hacer.
    La verdad es que es una zona que merece la pena. Sepúlveda es muy chula y Pedraza tiene muchísimo encanto.

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